- Hepatitis A: este tipo de hepatitis, al igual que la hepatitis B puede curarse sin intervención médica, pero en el caso de que esta sea necesaria, el facultativo indicará el tratamiento a seguir dependiendo de la cauda del trastorno, la edad del enfermo u otros parámetros. Aún no existe un tratamiento específico para la hepatitis A, aunque es recomendable una dieta pobre en grasas debido a que éstas pueden causar vómitos,evitar el consumo de alcohol y otros tóxicos como drogas o algunos medicamentos además de descansar cuando los síntomas sean más intensos.
- Hepatitis B: Para este tipo de hepatitis se recomiendan las mismas indicaciones que para la A, sin embargo la hepatitis B si es aguda puede ser tratada médicamente mediante interferón alfa, lamivudina, telbivudina, adefovir y otros dos medicamentos recientes que son entecavir y tenefovir. La hepatitis crónica se puede tratar con antivirales, su función es disminuir o eliminar la hepatitis B de la sangre, aunque también se utilizan para reducir el riesgo de cirrosis y cáncer hepático, que pueden ser provocados por la existencia de la hepatitis B previa.
- Hepatitis C: el tratamiento de esta hepatitis depende del genotipo que presente el paciente. El uso combinado del interferón y la ribavirina suponen el tratamiento estándar para combatir esta enfermedad, pero hace poco se han descubierto propiedades curativas en dos nuevos fármacos que actúan como inhibidores de la proteasa. Estos fármacos nuevos sumados a la terapia que se utilizaba con interferón y ribavirina, son utilizados conjuntamente y reciben el nombre de triple terapia. Esta terapia está resultando bastante eficaz ya que se ha registrado un aumento en las tasas de curación para los pacientes con genotipo 1.
En esta gráfica aparecen reflejados los gastos (en porcentajes) empleados en el tratamiento de la hepatitis C en el año 2000.Como podemos ver, la mayor parte de los fondos se destinaron a la prevención de la enfermedad mediante campañas.
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