sábado, 6 de diciembre de 2014

Síntomas


El tabaco, el alcohol o las comidas muy calientes pueden lesionar las paredes de la faringe, al destruir su moco, y generar una inflamación que deriva en faringitis.


Los principales síntomas que se presentan son dolor de garganta, dolor al deglutir y, a veces, acompañado de fiebre. Este dolor puede irradiarse al oído y aumentar con los movimientos del cuello.

Si examinamos la faringe en esta situación, nos encontraremos con que está enrojecida, además de que las amígdalas aumentadas de tamaño y mismo pueden presentar pus.




Se debe destacar que existen dos tipos de faringitis, la aguda y la crónica:
  • Faringitis aguda: aparece de repente y se mantiene varios días. Puede estar provocada por bacterias o virus, generalmente estos últimos. Existen, a su vez, dos subtipos:
    • Amigdalitis: las producidas por virus presentan un color rojo intenso, que se acompaña con fiebre y dolor de garganta. Mientras que las bacterianas, suelen estar engrosadas, enrojecidas y cubiertas de pequeñas pústulas y de una capa blanquecina. A su vez, se acompañan de fiebre elevada al inicio y malestar general.
    • Edema de úvula: aparece repentinamente, sobre todo al ingerir sustancias irritantes o agentes alérgicos. El aspecto de la campanilla cambia, se engrosa, se vuelve más grande y brillante. Cuando aparece, se debe tratar inmediatamente ya que si se deja evolucionar, puede taponar la vía respiratoria y la entrada de aire generando así asfixia.
  • Faringitis crónica: La infección se mantiene durante varias semanas. Su aspecto es rojo- violáceo. Estas situaciones se deben más a ciertas substancias irritantes (tabaco), factores ambientales (contaminación atmosférica) o otras enfermedades (dislipemia, diabetes, reflujos gástricos...).
    • Atrófica: La capa de la faringe aparece adelgazada, dando lugar a escozor, dolor y sensación de cuerpo extraño. Esto está asociado a elementos tóxicos y al envejecimiento del organismo
    • Hipertrófica: Existe una inflamación de la pared que provoca dolor y pérdida de apetito. Este dolor suele ser más latente cuando el paciente ingiere saliva y medio desaparece cuando traga alimentos.
Los pacientes crónicos son propensos a desarrollar un carcinoma laríngeo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Blue Fire PointerBlue Fire PointerBlue Fire Pointer