La iritis, también llamada uveítis, tiene un pronóstico favorable aunque lento, ya que con la
ayuda del tratamiento apropiado, la mayor parte de las uveítis anterior cesan en pocos días o semanas, aún así esta enfermedad puede reaparecer con el tiempo. En este tipo de iritis el paciente raras veces puede perder la visión.
En el caso de la uveítis posterior, la inflamación puede durar meses e incluso años, con un riesgo considerable para la visión a pesar de que se aplique le tratamiento, debido a que la inflamación provoca presión elevada en el ojo con daño en el nervio. Si todo esto se complica, puede llegar a afectar a a pupila inhibiendo el reflejo a la luz que es característico de la misma por lo que reduce la visión.
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