La principal finalidad del tratamiento es controlar los brotes, así como su principal síntoma, el picor, y ayudar a mantener la piel hidratada.
La base, en la actualidad, de los tratamientos contra el eczema (el brote) son pomadas o lociones a base de corticoides. Este tratamiento, si es bien utilizado, ayuda a controlar la mayoría de los casos, pero por desgracia, no son empleados conforme se recomienda. Para que sean utilizados de manera adecuada, se debe aplicar la cantidad indicada por el médico y las veces que este especifique, sin excederse ni quedarse corto, para evitar así posibles efectos adversos del tratamiento.
A la hora de realizar la aplicación, es mejor aplicar poca crema, pero bien extendida, y no mucha crema ya que esto dificulta su absorción. Después de la administración del corticoide, se debe aplicar sobre la zona una crema emoliente para hidratar la piel y así facilitar su absorción.
La elección del corticoide se hará acorde a la edad del paciente, la intensidad del eczema y la zona a tratar. Se debe tener en cuenta que tanto en niños, como si la zona a tratar es muy sensible (axilas, cuello...), se utilizarán corticoides de baja potencia.
Otros medicamentos disponibles para la dermatitis son:
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