La mayoría de las gastroenteritis, tanto bacterianas como víricas, desaparecen a los pocos días de presentarse los síntomas sin aplicar ningún tipo de tratamiento.
Se debe de tener especial cuidado para evitar daños secundarios que pueden darse, como por ejemplo la deshidratación a causa de la diarrea y vómitos.
Otros problemas más graves que pueden darse son hemorragias gastrointestinales, aparición de anemia grave o mismo insuficiencia renal. Estos problemas se suelen dar porque algunos tipos de E. Coli los generan.
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