El tratamiento a aplicar en la conjuntivitis dependerá de la causa que la haya ocasionado.
Generalmente se empieza por limpiar las secreciones con suero fisiológico o agua tibia.
En la conjuntivitis alérgica se puede seguir el tratamiento de la alergia y aplicar compresas frías para aliviar las molestias.
Para la conjuntivitis bacteriana se puede administrar un colirio, pomada o gel antibiótico aunque lo más frecuente son unas gotas oftálmicas. Estas últimas nunca deberán utilizarse si la infección es producida por herpes dado que contienen corticoesteroides y su uso está contraindicado.
Frecuentemente la conjuntivitis se cura sola pero es muy importante prevenir contagios entre diferentes individuos e incluso entre uno mismo, es recomendable utilizar diferentes gasas en el momento de limpiar las secreciones así como evitar tocar un ojo y después el otro.
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