Para conseguir restablecer la situación normal de los párpados ante una Blefaritis, aconsejan colocar en estos, al menos dos veces al día compresas calientes durante cinco minutos. Además, se debe frotar con un hisopo de algodón mojado con agua tibia y jabón para bebés (que no cree lágrimas) todo el contorno del párpado y sobre todo, en la zona afectada. Este proceso debe ser realizado a la mañana y a la noche.
Una manera de prevenir la Blefaritis es eliminar cuidadosamente todos los excesos de aceites producidos por las glándulas de la piel que pueden generar una proliferación excesiva de bacterias. Para esta tarea se recomiendan también los champúes para bebés o otros geles especiales.
Si se presenta alguna evidencia de Blefaritis se debe aplicar el antibiótico recetado por el médico (los habituales son Doxaciclina y Tetraciclina, acompañados de lágrimas artificiales)para ayudar a detener la proliferación y solucionar así el problema antes de que sea mayor.
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