Tratamiento

Las amígdalas que estén inflamadas pero que no presenten dolor o fiebre de una forma realmente molesta, no requieren de un tratamiento propio pero sí de algunos cuidados específicos que serán mencionados al final de la publicación.
En caso de que la amigdalitis dé dolor y además se demuestre por medio de exámenes que el paciente tiene estreptococos (el tipo de bacterias que generan, generalmente, dicho problema), el médico le proporcionará un antibiótico adecuado a la cepa de su infección y a su situación de evolución de la enfermedad. Se debe destacar que es muy importante tomarse todos los antibióticos que el médico recete, siguiendo sus pautas perfectamente para acabar con la infección. Además otros consejos y cuidados que se pueden seguir son:

• Tomar líquidos FRÍOS (la mayoría de la gente piensa que lo mejor es tomarlos calientes) o chupar helados con sabores a frutas.
• Los líquidos que se deseen tomar calientes es mejor que estén tibios y que sean suaves.
• Se deben hacer gárgaras con agua tibia con sal
• Se puede tomar medicamentos sin prescripción médica, pero siempre siguiendo el consejo, por lo menos, de un farmacéutico. Se puede tomar Ibuprofeno o Paracetamol, pero en caso de presentar fiebre y malestar fuerte se debería acudir al médico y él proporcionará el tratamiento adecuado.
• Tomar pastillas de chupar para conseguir reducir el dolor.

La gente que sufre repetidamente amigdalitis pueden someterse a una cirugía para extirparlas (amigdalectomía) cuya cirugía se realiza con menor frecuencia en la actualidad, solo en casos que realmente sea necesario.